En el sindicato de Futbolistas Españoles (AFE), del que Luis Rubiales fue su presidente hace algunos años, hemos conocido, padecido, sufrido y combatido al presidente de la Real Federación Española de Fútbol porque no entendió, después de su marcha, el papel que tiene constitucionalmente un sindicato, reconocido en el artículo siete de nuestro texto constitucional, en relación a la defensa de los derechos de los y las trabajadores/ras; así como la necesidad de mantener su independencia para el ejercicio de ese cometido.
Ha sido su obsesión la de interferir en este sindicato, con más de 45 años de historia la que le ha ido delatando en lo que hoy es una realidad, reconocida por la inmensa mayoría, si exceptuamos aquellos/as que se han inoculado de su patología Neroniana.
Y así en los tribunales y ante el CSD, esperemos que esta vez sea la buena, nos personamos en la causa de la Supercopa, por entender que puede tratarse de un grave perjuicio para el fútbol de nuestro país, recibió una sanción de 200.000 euros de la Agencia de Protección de Datos cuando filtró el posicionamiento del presidente y de esta abogada en una reunión, sin autorización de la Federación.
Derivó a un despacho externo, con cuenta en la Federación, que lo contrató por vía de una empresa inmobiliaria, los servicios de detectives para vigilar a los dirigentes de este sindicato. Y continúa en su trama contra el mismo con demandas y querellas. Además de utilizar otros manejos en torpedear iniciativas emanadas de este sindicato.
Cuando él se define como un feminista convencido. Resulta llamativo, que se opusiera, como Federación al hito histórico del fútbol femenino, emitiendo, durante su mandato un informe negativo ante el Consejo Superior de Deportes, contrario a la decisión, que sí tomó el CSD, de conceder la consideración de Liga Profesional de Fútbol Femenino. Esto es, si sus formas lo delatan, sus hechos también.
La clave ahora es que toda una sociedad no continúe bajo el efecto que delataba Hannah Arendt de la “banalidad del mal”, y toda a una, con la legislación deportiva en la mano, se trabaje para que estos personajes queden fuera del marco democrático de estas instituciones.
Por ello, me gustaría hacer una reflexión a los órganos colegiados de esta institución que tan paralizado han estado durante tanto tiempo. Y aún más, que esa corresponsabilidad no sea de una mirada o un comunicado de prensa, sino la que se ha de verter con el voto, en los órganos de representación.
El poder de esta democracia está en la crítica, autocrítica y en la corresponsabilidad. ¿Existen instrumentos para combatir estos hechos y conductas? Sin duda, pero hay que hacerlos valer, y hay que trabajar, argumentar y denunciar.
Porque fue esperpéntico creer que un órgano colegiado, como la Asamblea Extraordinaria de la RFEF, iba a tomar una decisión, al respecto, cuando ni siquiera venía en el orden del día. De ahí, entiendo que la FIFA emitiera una primera actuación.
La gravedad, sin duda, además de sobrepasar límites de honorabilidad y de normas deportivas, estriba en el hecho de criminalizar a la víctima. Se trata de un auténtico despropósito. Permítanme una mera reflexión: le pregunté a mi sobrino de 9 años, que ha estado atento a todo, porque le encanta el fútbol, acerca de cómo entendía todo ello, y me dijo, la jugadora no le dio permiso.
Es el entendimiento de un pequeño, que es lo que hemos entendido toda la sociedad, y este Luis Rubiales insiste una y otra vez en comunicados que miente la jugadora. Por cierto, la RFEF está tardando en erradicar esta forma de proceder del que ya es una persona apartada de sus funciones. Ahora la RFEF debe estar a al altura y no pensar que Nerón Rubiales sigue al mando.
Ya no caben más excusas, ni siquiera la del concepto soberanista, para contraponer a injerencia alguna, justificando tal afirmación en que no recibe fondos públicos, cosa que hay que desmentir categóricamente, entre otras cosas, porque se trata de un agente colaborador de la administración pública, recibe indirectamente fondos proporcionados a través de la emisión de la licencia deportiva.
Y sirva el recordatorio del BOE de 21 de diciembre de 2022, que por RD1034/2022 de 20 de diciembre se le concedió una ayuda de 7.500.000 euros ( a cargo del CSD, y por tanto, tiene afectación a otros deportes) para la candidatura de la Copa del Mundo de la FIFA 2030. A la que sin duda, España aspira con grandes garantías.
Debemos seguir trabajando en erradicar este tipo de absolutismo, estas actitudes y a los personajes que las encarnan. Y hacerlo con transparencia, y sin duda la RFEF ahora más que nunca debe ser transparente, no secundar ni los procedimientos, ni las decisiones del que ha sido apartado, ni mucho menos sustentar económicamente sus procedimientos con dinero federativo para abogados externos y procedimientos judiciales del que dice va a defenderse, porque tiene derecho.
Efectivamente así lo marca nuestro texto constitucional, el derecho a la tutela efectiva, y que lo haga con sus propios fondos.
Ahí estaremos atentos, como está atenta esta sociedad para defenderse también de esos comportamientos que ya hace tiempo este sindicato viene denunciando, y que ahora están siendo retransmitido ante este fatídico personaje neroniano.
Fdo. María José López González
Abogada