https://iusport.com/not/54595/el-convenio-colectivo-de-baloncesto-intimidacion-versus-razon-juridica-y-legitima
Los convenios colectivos del deporte son como la asignatura pendiente, haciendo denotar de los mismos – en las disciplinas que existen-, la falta de profesionalización y de sensibilidad de las estructuras del deporte de nuestro país, hacia el reconocimiento y los derechos laborales de los deportistas. Menos mal que siempre estará el régimen proveniente del Estatuto de los Trabajadores.
Recientemente ha salido a la luz pública las divergencias que mantienen la ABP – Asociación de Baloncestistas Profesionales – y la patronal ACB – Asociación de Clubes de Baloncesto- en relación a la firma de un nuevo convenio. Una firma que ha sido abruptamente apartada del consenso porque, según manifiesta la ABP la ACB está pidiendo la libertad de contratación de jugadores.
Lo que supondría, según manifiesta el sindicato de jugadores de baloncesto, unas plantillas formadas por cuatro cupos de formación y ocho jugadores del resto del mundo, que supone ir contra los derechos de los intereses del baloncesto español, de los jugadores de formación y sobre todo de los jugadores comunitarios. Y en esa postura proponen como contraposición si no se acepta utilizar el Fondos Social como elemento de intimidación; una espada de Damocles que va en detrimento de mantener actividades, recursos y personal de la propia ABP. Algo que para el sindicato es un auténtico chantaje.
Lo que primero le interpela a una es el hecho del escaso apoyo que tiene el sindicato para seguir defendiendo la excelencia y el potencial del jugador de nuestro país, que es quién en su inmensa mayoría está dando a este país los mejores resultados deportivos del mismo. Observado el referido documento manifiesto que es curioso, porque dicen A CAMBIO, vamos que está claro que o se acepta ese ejercicio de liberalización de las plantillas o verán ustedes mermados este fondo, que se supone conforma un reconocimiento histórico de la trayectoria de una organización – ABP- que ha sido acreedora del respeto por su compromiso con el jugador de baloncesto.
En este sentido, resulta extraño ver este tipo de pronunciamientos escritos, si no fuera porque, una vez más, España parece ser diferente. Como el hecho de apoyar más contratar al extranjero, antes que al de su país; y más en un tema como el deportivo en el que la especificidad se ha armado frente al concepto estatutario del mercado laboral común. Y además decir, si no nos lo aceptas – entiendo que la ACB- es la patronal española, entonces serás interpelado con la bajada de tus recursos para el fondo social, que entiendo es el logro de años para el fomento del desarrollo del sindicalismo deportivo.
Parte de cualquier sociedad democrática, que desarrolla derechos civiles en favor, en este caso del jugador de baloncesto. Algo extraña de todo ello. Como si la rivalidad patronal- sindicato tuviera más que ver con una confrontación de tintes belicista que con una satisfacción de derechos laborales, conseguidos a lo largo de años; y con una naturaleza pacífica para su consecución. De hecho, la ABP insiste en el hecho que el Fondo Social es el elemento de piedra de toque, de semáforo en rojo, y que reconocen es la base y garantía de la existencia de la perseverancia de la propia ABP, desde hace casi treinta años.
Parece una evidencia que las posturas están encontradas, y que las partes tratan de posicionarse en relación a su papel en una mesa de negociación. Que, por encima de todo, se deberían asumir determinadas conquistas del pasado, aceptarlas; y lo que preocupa aquí por lo manifestado por la ABP es el hecho de mostrar puntos de negociación, que tienen que ver con derechos y conquistas laborales, con estrategias de carácter mercantil y de fines netamente económicos. Cuesta entender a estas alturas del club siglo xxi que se sigan subrogando intereses meramente económicos, y de retroacción de conquistas ya asumidas; frente a lo que significa una negociación colectiva, que conlleva la relevancia de derechos sociales y colectivos.
Fdo. María José López González
Abogada