Al deporte femenino en España le falta estar desarrollado profesionalmente.
En general, en la mayoría de los deportes femeninos predomina la figura del amateur.
Exacto. Sin profesionalidad no hay igualdad entre hombres y mujeres. Lo primero que hay que conseguir es que el deporte femenino sea profesional y que tenga una ley que lo regule. Buena ocasión sería dedicar un capítulo específico al deporte profesional femenino en la futura Ley del Deporte. En la actual, que tiene ya 20 años, sólo se recogen como deporte profesional el fútbol y el baloncesto.
¿Y cómo se profesionaliza el deporte femenino?
A las mujeres les faltan referentes y segundo la certeza de que su dedicación al deporte pueda ser una opción real y seria profesionalmente. Me explico. Una familia con un niño y una niña que desde los cinco años cada uno practica un deporte, cuando lleguen a los 13 años, y partiendo de que ambos han tenido una buena evolución, al chico le animarán sus entrenadores, sus padres y las instituciones a que siga practicándolo porque puede tener un futuro. Pero la chica se plantea ¿voy a vivir de esto? y ahí es donde se produce el primer abandono.
El deporte profesional funciona porque genera sus recursos ¿está el deporte femenino preparado para generar dinero?
Hay pruebas que dicen que sí, como el baloncesto femenino. Es el único que tiene un convenio colectivo. Un marco pactado en el que se ha negociado desde horarios laborales, conciliación familiar, ingresos, incapacidad laboral… El convenio lo firmaron en 2007 negociando la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (ANBF) y la Asociación de Jugadoras de Baloncesto (AJUB).
Es decir, las chicas de la Superliga no tienen convenio. ¿Cómo se hacen los contratos en el fútbol femenino?
Existen relaciones contractuales entre los clubes y sus jugadoras, aunque no tengan convenio. En ocasiones esa contraprestación económica se sustenta en concepto de dietas, desplazamientos, ayuda de libros, etc, e incluso se les proporciona un tipo de contrato no ligado al fútbol como compensación por el hecho de estar vinculada a un club. Por ejemplo, como trabajadora en una pizzería. Ahora yo le pregunto, imagine que esa jugadora se lesiona y le incapacita laboralmente de por vida, o que tiene un accidente o que se queda embarazada ¿quién le protege? Desarrollan una profesión y no está regulada.
¿Entonces..?
Esa es la cuestión. Que ante la ley hombres y mujeres sean iguales.
Centrándonos en el fútbol. Si se logra el profesionalismo en chicas, ¿cómo se mantendría?
Primero hay que crear asociaciones femeninas, no para figurar sino para decidir. No hay que montar una estructura como la de los hombres. Sería de locos. Pero si en Primera y Segunda hay un montón de deudas, de jugadores que no cobran ni el 20 por ciento de lo firmado. Por ejemplo, en Segunda B, no sería mejor un sueldo de 1.000 o 1.500 euros, con tu seguridad social y todo en regla. Pues igual para las chicas. ¿Por qué no se puede llevar el fútbol femenino un porcentaje de las quinielas? El día que no hay jornada de Primera, en el boleto se pone la de Segunda y un par de partidos de la Superliga. Porque a veces se completa con la liga francesa o la inglesa. Serviría para que la gente diga: “Hombre, hay un partido de chicas”.
¿Cómo le afecta a sus chicas la situación del Rayo?
Los chicos son acreedores, es decir son los primeros para cobrar. Están regulados y por lo tanto amparados. ¿Pero las chicas? No se sabe qué pasará, sólo les vale un acuerdo de buena voluntad, que les den la carta de libertad y el dinero…
Están a punto de firmar un acuerdo con la AFE.
Luis Rubiales nos ha tratado como a colegas. Por lo pronto, la próxima temporada ya van admitir alumnas en la escuela de la AFE.
Vía: futfem.com