http://iusport.com/not/15022/la-violencia-en-el-futbol-tambien-en-el-femenino-para-cuando-su-erradicacion-
Este fin de semana pasado hemos asistidos, según hemos conocido, a dos hechos violentos en dos terrenos de juego en nuestro país. Uno, en Galicia, en el encuentro que tuvo lugar entre el Atlético Pontevedra Féminas y el Arousana, correspondiente al grupo segundo de la Segunda División Femenina. Y el otro, fue en Córdoba, entre los equipos del Femenino Cáceres, y del Naranjo Córdoba, del grupo IV de la Segunda División. En ambos partidos se produjeron hechos violentos, con agresiones consecuentes a jugadoras; como así han quedado reflejados en los distintos partes médicos- algunos he tenido la oportunidad de ver-.
El primer partido se suspendió y el otro, acabaron como, vulgarmente se dice “el rosario de la aurora”. Verdaderamente es lamentable tener que escuchar y asistir a este tipo de manifestaciones de tamaña violencia, que una creía erradicadas de los terrenos de juego. Pero ahí persisten y, de hecho, no se produce ningún tipo de actuación que de inmediato pare tamaña situación de violencia. De los partidos señalados, en el de Galicia alguna jugadora terminó en el Hospital. Y en el de las jugadoras del Cáceres con asistencia médica. Nuestra legislación, la Ley 19/2007 de 11 de julio, de ya una cierta andadura, tiene como objetivo erradicar este tipo de comportamientos, además de prevenirlos.
Cosa que en este caso, no ha sido posible. Pero, dado que los hechos ahí están y son tozudos, toca, en este momento, de oficio, desde las instancias del deporte en nuestro país, así como desde las propias Federaciones implicadas actuar. Y hacerlo con tal contundencia que el atisbo de la violencia generada, debiera tener un castigo ejemplarizante. Nadie tiene que sufrir estas agresiones, y menos, por mor de la práctica de un deporte.
Entiendo que en este momento, los clubes implicados y afectados debieran estar denunciando los hechos, tanto en la vía de la jurisdicción ordinaria, como en el ámbito federativo – deportivo, para que esos terrenos de juego sean clausurados durante algún tiempo. Y más aún, para que se exijan responsabilidades a los que debieran haber velado para que las agresiones no se hubieran producido. Y, desde luego, el que no se pudiera concluir el encuentro, el caso del partido entre Atlético Pontevedra Féminas contra el Arousana, muestra hasta qué punto fueron inconcebibles los hechos ocurridos.
Estos hechos, generadores de violencia, quizás no van a tener la repercusión mediática, vivida en otros terrenos de juego de máxima categoría. Pero, son, sin duda generadores de violencia, y han sido capaces de provocar agresiones, que bajo ningún concepto pueden ser toleradas. Por lo que toca tomar medidas, y que sean contundentes, capaces de ejemplarizar conductas que entendemos deben ser erradicadas de una vez por toda de los terrenos de juego.
Habrá que estar a lo que, parece ser, la existencia de diligencias policiales, así como a lo que contengan las actas arbitrales. Y todo ello, con adenda de los distintos partes médicos llevar a cabo las resoluciones que den la contundencia de reprobación de estos hechos.
Una va al fútbol a disfrutar del deporte, a jugar y competir. No piensa, ni tiene por qué ser víctima de una agresión, producto de la generación de la violencia.
María José López González
Abogada