Recientemente la Comisión Europea ha aprobado una Comunicación, bajo la denominación, Plan de acción para una industria siderúrgica competitiva y sostenible en Europa, con el que se pretende apoyar al sector, fortalecer la industria siderúrgica europea, y evitar la huida de las empresas fuera de la Unión Europea (UE). El citado plan de acción invita a los estados miembros a que eliminen los obstáculos que lastran a la siderurgia, a que mejoren la sostenibilidad de los productos de acero para construcción, y a que apoyen las iniciativas que las asociaciones empresariales están desarrollando ya. Entre éstas, el Plan UE destaca expresamente a la marca SustSteel –la versión europea de la marca española Sostenibilidad Siderúrgica–.
Esta marca española constituye una iniciativa pionera a nivel mundial y está liderada por empresas españolas. La marca, basada en un sistema de gestión compatible con cualquier otro de los habituales en la industria (ISO 9001, ISO 14001, ISO 18001), introduce e integra criterios de sostenibilidad ambiental, económica, social e institucional en su estrategia empresarial. Se trata de un modelo que premia y reconoce el compromiso y el esfuerzo de la empresa en todos los aspectos sociales, económicos y medioambientales que vayan más allá de lo legalmente exigible. No fomenta la comparación entre fábricas, sino el cumplimiento de un compromiso individual voluntaria- mente adquirido.
Es un modelo exportable, no sólo a cualquier subsector o proceso dentro de la siderurgia, sino a cualquier otro sector industrial, que aporta una metodología y unos criterios de valoración que pueden y deben adecuarse a la especificidad de cada proceso, subsector o sector. En el caso de los productos de acero común para construcción de horno eléctrico (corrugado, perfiles estructurales, alambrón y barras y perfiles comerciales), se han definido 150 parámetros sociales, económicos y ambientales, que de una manera objetiva permiten la verificación externa por un tercero independiente, y por tanto cuantificar y valorar en un único informe integrado el compromiso voluntario de una empresa.
En este contexto, las herramientas fundamentales para concretar ese apoyo de las administraciones a la siderurgia debieran ser dos:
De un lado, las distintas administraciones deben valorar de forma efectiva los compromisos voluntarios adquiridos por la industria y favorecer el uso de aceros sosteni- bles, ya sea eliminando controles o premiando el uso de los aceros que estén en posesión de la marca. Es la vía de la promoción de la autorregulación.
Por otra parte, también, considerar funda- mental que las autoridades europeas y lo- cales exijan a quienes pre- tendan introducir acero en Eu- ropa los mismos requisitos que se exigen a los productores Europeos.
Para ilustrar la necesidad de este tipo de medidas valga citar el último Informe de la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea, presentado recientemente. En el estudio –décima edición–sobre barreras al comercio, se han identificado alrededor de 150 nuevas barreras a los productos europeos introducidas por los 31 principales socios comerciales de la UE durante el período mayo 2012 a mayo 2013 y de las que únicamente se han eliminado 18. Entre esos socios, se encuentran Estados que poco o nada contribuyen a la sostenibilidad, puesto que carecen de los estándares de cumplimiento social, económico y ambiental que rigen en la UE.
La UE y España han lastrado a la industria siderúrgica con costes, regulaciones, im- puestos, etc. que la sitúan en riesgo excesivo. Los productos siderúrgicos extracomunitarios siguen entrando masivamente en Europa y, por si fuera poco, muchos de los socios comerciales de la UE ponen cada vez más barreras a los competitivos productos siderúrgicos europeos.
Por lo dicho, las autoridades deben elegir entre una industria localizada en países donde no existen compromisos sociales, económicos y ambientales, o defender y apoyar a la industria siderúrgica europea y española, líder mundial en RSE.
Vía: http://www.elsiglodeuropa.es